Antes inédita que servil y corrupta

“Antes inédita que servil y corrupta”, con esa frase cerró nuestra conversación Celia Soler (pseudónimo que utiliza la autora) cuando decidimos publicar los poemas que nos envió y leí emocionadísimo en el móvil mientras salía de casa. Celia no ha parado de escribir a pesar de ser invisible desde la publicación de su único libro. Invisible porque antes inédita que servil y corrupta que soportar presiones de señores que aprovechan su posición para imponer cosas que no tienen nada que ver con la poesía sino con su ego. Antes inédita que servil y corrupta porque si la condición de inmigrante ilegal durante años, la muerte y la enfermedad no han conseguido que pare de escribir, solo recorrer sus poemas, mucho menos lo va a hacer el rechazo de gente sin talento (“todo lo que sufro y deseo/en un sueño acurrucado/sin principio ni fin, crepúsculo siempre”). Agradezco enormemente a Celia de que me dejase leer parte de su obra, que me ofreciera publicarla en Poscultura y me diera total libertad para decidir que no pensaba tocar ni una coma de lo que ha escrito porque es suyo. Esto es solo una parte muy pequeña de todo lo que esta escritora tiene escondido en su casa y espero que sea el principio de muchas publicaciones en sitios más trascendentes y en formatos más reconocidos. Pero siempre antes inédita que servil y corrupta.

Adrián Fauro

I

Mi mirada es un espejo sin fondo
donde un animal eterno
cría sombras
donde el corazón
se abisma siempre
escribe la náufraga
que no acaba de ahogar el agua
susurrando:
pertenezco a
­……………………no pertenezco
persiguiendo los restos
de un mar invisible
que sólo se puede intuir
en las palabras.

 

II

Del paisaje queda
el lugar hambriento y herido
feroz como alimaña surge la sombra
a trozos murmura la lámpara
furiosa y precaria
para iluminar y distinguir
el árbol de la lluvia
la arena de las gotas

sufre el horizonte
enredado y breve

queda
la duda innumerable.

 

III

En mi memoria
ruge una rosa desnuda
un temblor de muerte
cosido a los ojos
y a las escaleras
que beben del mismo crepúsculo
que me incendia
los murmullos
………………….muy despacio…
vive en la realidad lo imaginario:
todo lo que sufro y deseo
en un sueño acurrucado
sin principio ni fin, crepúsculo siempre.

 

IV

Crece el silencio
entre los dedos furiosos
insaciable
la cabeza se lame las heridas
bajo la lluvia del pelo
golpea la sangre
y tiemblan las piedras del cuerpo
en silencio
las palabras se pudren
………………………….perfectas
detrás de los ojos
las pupilas lentas
sueñan la otra mirada:
silencio.

Podría ser peor, Alberto Acerete

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