Cuando conocí a Alex le admiraba, era su fan pero él no lo sabía. Estamos en los años del Tuenti. Teníamos amigos en común y coincidimos un par de veces. Era Klei antes de ser Alex, Alexis, Alejandro, Lil Casalla o uno de los de Poscultura. Nos agregamos. Hablábamos constantemente y yo pensaba sé un máquina hablando con él que es un máquina. Yo hacía música, Alex hacía música y nuestros amigos hacían música. Hablamos de todos los discos que nos gustaban y queríamos copiar. Acabamos siendo amigos y haciendo música juntos, después dejamos de hacer música juntos, volvimos a hacer música juntos, dejamos de hacer música juntos, nos fuimos a vivir juntos a Madrid, bebimos mucho juntos, un día de beber mucho juntos se nos ocurrió crear Poscultura juntos, dejamos el piso juntos y seguimos estando juntos cada uno en una ciudad mientras mantenemos vivo Poscultura. Desaparece Tuenti.
Podría contar todas las fiestas con Alex en Alicante y Madrid, los conciertos que dimos, las horas de peleas por cómo hacer bien las cosas, las tardes en el mismo sofá leyendo sin hablar o el dinero que podríamos habernos ahorrado de no haber dicho “vamos a tomar algo antes de cenar”. No lo voy a hacer. Lo voy a resumir todo en: cuando alguno de los dos no iba a los planes que nos proponían nuestros amigos lo primero que le preguntaban al que sí que iba era dónde estaba el otro. Somos la pareja más consolidada que conocemos y la única que no os va a decepcionar. Olvidaos de Bustamante y Echevarría, de Casas y Suárez o de los Javis.
Nuestro mayor logro ha sido ganar Liga, Copa del Rey y Champions con el Mallorca en el Fifa 15 y sobrevivir a la celebración en Shoko. La gente no lo sabe pero estamos constantemente celebrando cosas que no existen, una vez celebramos que supe hacerle los coros en un concierto que dimos en Jávea y nadie se dio cuenta de que no sé hablar bien Valenciano. Para escribir este texto el único requisito era: si el año pasado celebramos el aniversario de la web este año vamos a celebrarnos a nosotros mismos. Puede que Poscultura desaparezca en cualquier momento y celebraremos otro proyecto.
Sigo admirando a Alex y sigo queriendo ser un máquina porque él es un máquina. Lo único que le reprocho es que no haya estudiado ADE, porque aquí hace falta alguien que piense en el dinero. Sin entrepreneurs esto nunca va a ser una empresa. Por lo demás, está todo bien.
Escribiendo esto me he dado cuenta de que nunca nos hemos dicho que nos queremos aunque es obvio que nos queremos. Así que te quiero. Tuenti es para siempre, Poscultura es Tuenti, Poscultura es para siempre porque es otra forma más de hacer cosas juntos. Somos el logo de Kappa.
“4.2.2. Coincidir es un milagro
4.2.3. El amor es coincidir”
Es raro escribirte.
Me suena impostado, es raro. Somos amigos desde hace doce años y nunca nos habíamos planteado hacer esto. Al hacerlo, pensé que ya te había dicho todo lo que te podía haber dicho, pero ahora creo que no nos hemos dicho nada de lo que pensamos. Nos hemos acostumbrado a estar callados, como cuando hacíamos café en casa a las ocho de la mañana o íbamos juntos a clase.
Callados (tenemos un vocabulario propio que nunca he usado para decir que te admiro).
Me suena impostada casi cualquier cosa que escribo. Desde que te conocí me dije escribe como Had. Aquella noche yo jugaba (al Fifa) y tú escribías (raps), después bebimos (mucho). Escribe como Adri, escribe (raps) sin que suene impostado me repetía escuchándote. Te admiraba, te escuchaba cuando venías a mi casa y me decía habla como Faurito. Tú te dormías. Yo quería ser como tú porque parecía que todo te daba igual y me ponía contento que quisieras pasar tiempo conmigo.
Es raro. Parecía que vivieras en mi casa (*) Después vivimos juntos.
*Entre medias hemos celebrado muchas cosas que nadie ha visto, muchos conciertos, muchas canciones, muchos textos, muchos partidos empatados con el Mallorca, muchas Molen Bier y Volldamms, mucha Kraken y Rockers, mucha Shoko. También mucho café, mucha cerveza con Jagger, mucho Marea y muchas discusiones.
Ya en Madrid creamos Poscultura y yo seguía jugando (al periodismo) y tú escribías (artículos), también bebíamos (mucho) hasta que llegó un punto en el que me cansé de jugar y tú seguiste escribiendo. Volviste a Alicante y dejamos de beber (mucho). Yo seguía leyéndote y pensando escribe como Fauro. Escribe sin que suene impostado.
Me gusta pensar en nuestra amistad como una cuestión lingüística.
Es raro. Lo que siento es una mezcla de admiración y complicidad, orgullo por cada cosa buena que haces y tranquilidad por saber que estás ahí. Han pasado doce años y sigo alegrándome de que quieras pasar tiempo conmigo. Sigo sin encontrar a otras personas que combinen tan bien el mundo nerd y el mundo quinqui. Sigo sin encontrar otras personas que no me suenen impostadas.
Por cierto, se me hace raro tomarme un café por la mañana y que no estés tú fumando un cigarro en la cocina con la capucha de la sudadera a medio poner. ¿Te vuelves ya a Madrid? Porfa.
Poscultura es para siempre, y si no lo es ya nos inventaremos otro proyecto juntos.
Poscultura nace como revista cultural más por necesidad que por capricho. Somos el nombre de la cultura. Somos frikismo ilustrado. Somos Good Kids, MAD city.