Abro Whatsapp y busco el contacto. El café tiene hielo. Lo pedí así porque afuera, en la calle de adoquines y edificios altos, en la calle que hierve como un potaje en agosto, hace un sol que raja las piedras. El café no sabe cómo me gustaría pero lo tomo. DAWAIRA. Así lo tengo guardado. Con mayúsculas. Le escribo: ¿ya estás ready?
En línea…
Me dice que está en su casa tomando un juguito de naranja y fumando el primer piti, que cuando quiera comenzamos.
El chico de ricitos oscuros de detrás de la pantalla nació en Venezuela y se llama Alcides. De muy pequeño se fue a vivir a Tenerife. Hace apenas cuatro años, comenzó a interesarse por la música gracias a un grupo de rap de su zona que solía moverse por donde él hacía skate. Poco a poco, se fue relacionando con ellos. Cada vez más, le pedían que escribiese sus propios temas. Que se atreviera. Alcides dice que es un chico muy tímido y que le costó mostrar sus primeras cosas. Que es un chico muy tímido pero que eso ha cambiado.
Tres años después de grabar por primera vez, tiene lugar esta entrevista.Yo meriendo y él desayuna —si café y piti valen como desayuno—. Yo pregunto y él responde. Mientras el hielo se deshace dentro de un vaso de café en un bar de Madrid, DAWAIRA fuma en su azotea —desde la que se puede ver todo el Valle de la Orotava (Tenerife)—. Observo cómo aumenta el tamaño del líquido. Pulso la pantallita de mi móvil.
Grabando audio…
Dices en tu último tema: “Yo no tengo estilo fijo pero parto toas las bases que me pongas”. En un panorama musical en el que cada vez es más difícil etiquetar porque los límites entre géneros son borrosos, ¿podrías decir qué tipo de música haces?
Un poco lo que he visto de la gente a la que sigo, y que tiene mucha más repercusión que yo, es que tampoco lo centran en algo muy específico sino que es música urbana. Al final es eso: todo viene de lo mismo y se van abriendo distintos caminos. Uno lo que hace no es inventar nada, porque ya todo está hecho, sino coger lo que le gusta del abanico y hacer su estilo propio.
Yo, en particular, vengo de escuchar más rap que otra cosa, pero de pequeño escuchaba heavy metal, reggae… un poco de todo. Así que no me gusta centrarme en nada. Ahora mismo estoy trabajando a ver si saco una cosita pequeña, un EP de tres o cuatro temas de reguetón. Así que no me centro en nada sino que intento variar lo más posible, tocar todo lo que me gusta, que ese sea mi marca, mi sello.
¿Crees que la música urbana en Canarias está viviendo un auge?
Sí, por supuesto. Aquí ha estado la música urbana desde hace mucho tiempo. Ha habido desde DJ de old school hasta DJ de rap y raperos, pero las nuevas tendencias han hecho que todo se retroalimente. Las redes sociales también son importantes. Ya tenemos todo lo que nos hace falta. Yo veo como música urbana aquello que haces tú en tu casa o que hace un grupo de gente al que simplemente le gusta la música y se pone a ello. No es por ser un género u otro.
Antes sí que se tenía mucha dificultad. Tú, para poder escuchar lo nuevo que había salido de rap o tenías que conocer a una persona que tuviera cintas. Era mucho más costoso. Pero ahora, con Internet, si te gusta un género lo buscas y te empapas lo máximo posible y es mucho más fácil hacer tu propia música. Hay mil tutoriales y si quieres aprender, lo haces. Entonces, claro que sí está teniendo un auge. Los nuevos géneros, o nuevas corrientes, han hecho que la gente abra la mente un poco, porque antes aquí el género urbano era rap y punto. No se podía mirar más allá. Ahora si eso no lo mezclas con RnB o con reggae… Si no te empapas de más cosas, eso está muy cerrado.
Además, uno ya lleva el camino de toda la gente que ha estado antes. O sea, no es que llegue nadie ahora a revolucionar el mercado o a ponerse en el punto de mira, sino que esas personas vienen arrastradas o ayudadas por toda la gente que ha estado detrás, en la sombra.
Además de eso, también es verdad que Canarias ha estado en el medio de todo, entre Europa, África y América y eso es algo que nos identifica como canarios: el cruce cultural que hay. Y pasa lo mismo en la música. Tenemos ese rollo latino que llama tanto a la gente de Europa. Lo podemos mezclar con sonidos africanos. Hay una mezcolanza muy característica que hace que, en cierta forma, todo el mundo mire a Canarias.
¿Crees que hay rechazo a los nuevos géneros por parte del colectivo de artistas que aún hace rap old school en Canarias?
Antes sí que podía apreciarse mucho más. Cuando todo esto estaba surgiendo había muchísimo rechazo pero eso se ha ido suavizando. Ya es la menor parte la que tiene esa actitud, por ambos bandos. La gente más old school sigue un poco rechazando aunque en mucha menor medida, es la minoría ya. Y hay gente de la nueva ola que sigue viendo a los viejos, por decirlos así, como dinosaurios. Pero en su mayoría la gente tiene claro que ellos fueron los que hicieron que hoy nosotros estemos aquí.
Puede quedar algo de eso pero yo he estado en el mismo estudio compartiendo sesión con un rapero de la época de lo más calle, como muy considerado real, “escribo lo que vivo”… y, al mismo tiempo, con un artista más nuevo dedicado un poco a la comedia. Cosas que antes no me podía haber imaginado. Yo pienso que eso está por terminarse. Es algo que va a morir por sí solo.
Creo que la gente que sigue pensando así es que no ha entendido bien las cosas. No sabe muy bien dónde está situado.
Volviendo a la música urbana en Canarias, ¿qué te parece lo que se está haciendo últimamente?¿Qué opinas sobre el último disco de Cruz Cafuné, en el que tú, además, colaboraste? ¿Y sobre otros artistas como Bejo?
Yo estoy encantado, principalmente, porque en concreto el disco de Cruz Cafuné me parece de lo mejor que se está haciendo, ya no en Canarias, sino en España. Me habla gente de Venezuela, también, diciendo que eso está reventándolo. Así que es un orgullo poner mi granito de arena ahí.
Hace tres años estaba grabando por primera vez y ahora siento que estoy en la ola. Puedo verlo desde dentro y desde fuera porque estoy como poniendo la cara ahí. No soy parte de ese movimiento, no estoy participando tan adentro, pero sí que estoy trabajando con esa gente y es un orgullo.
En general, me encanta porque no hay nada parecido entre la gente que está saliendo. No suena nada igual Bejo a Cruz Cafuné, ni Cafuné suena nada igual a la gente con la que estaba en el grupo. Tanto Indigo Jams, como Ellegas, como Choclock, todos suenan distinto y eso es lo que nos está diferenciando. Porque si miras fuera, en EE. UU. y en otros lugares, todo el mundo parece que intenta copiarse, hacer las mismas métricas, hablar de lo mismo. Y aquí se intenta todo lo contrario. Se intenta diferenciarse lo más posible y pienso que es lo está haciendo tan rico.
Una de las cosas que más llama la atención de lo último de Cafuné es que parece que hay una apuesta, tal vez intencionada, por reivindicar las características del canario y, también, de sus raíces venezolanas. En cierta manera también se puede encontrar esa característica en tu música. ¿Lo haces de forma consciente?
Yo, particularmente, no lo hago de forma consciente. Es la manera de hablar que tengo y cómo me he criado. Me he criado casi toda mi vida aquí pero sí que mi familia es de Venezuela. Además, de por sí los canarios tenemos mucho de Latinoamérica, como decía antes. Pero tampoco creo que él lo haya hecho tan conscientemente. Es algo que sale natural y a mí, en particular, no me gusta nada cuando artistas canarios o raperos, en este caso, cecean o utilizan palabras como el ‘vosotros’
No sé si lo hacen intentando parecer más cultos, pero es que para nada debería ser así. Tú tienes que mantener tu forma de hablar. Tu forma de hablar es algo que te caracteriza y es precioso. No sé por qué se da eso. También lo veo mucho en niños pequeños, ahora. Supongo que porque tienen al alcance la televisión e Internet que pueden estar empapados del lenguaje de la Península.
Me parece que nuestro lenguaje y nuestra forma de expresarnos son cosas que tenemos que mantener a toda costa.
En la intro de Mi gato hay un fragmento de El ratón, una canción de Cheo Feliciano. ¿Qué influencia tiene la música latinoamericana en tu vida y en tu obra?
La verdad es que no tan directamente… (se escucha un gallo de fondo). Pero sí que los latinos, al igual que los canarios, somos gente a la que le gusta mucho estar en familia y tengo muchísimos recuerdos de pequeño en fechas de fiestas en las que siempre estaba sonando música latina. Es algo que se te queda grabado y más siendo en la infancia.
Pero en ese caso, en concreto, yo no había escuchado la canción del ratón y Evil Brain (Adán), el chico que me produce e hizo la instrumental con la intro, me dijo: “Mira, lo saqué de este tema”. Y yo le dije: “No, no quiero escuchar la canción, ya con la intro yo me invento algo”. Por eso se puede ver que la canción mía y la de Cheo no están hablando de lo mismo exactamente. Yo le di mi interpretación.
A él [Evil Brain], sí que le encanta la música latina y se empapa de eso. Sus producciones están muy influenciadas por esa música. En ese caso, me encantó no haber escuchado antes la canción porque me hubiese visto alienado por su historia original y no hubiese sacado yo lo mío. Ahora lo tengo en cuenta, si hay algo que no sé de dónde sale, prefiero escucharlo después de tener mi parte. A ver cuál es la diferencia. A ver si me contradigo con el tema original o cómo.
¿Puedes contar un poco sobre tu próximo EP?
Te podría contar pero, a lo mejor mañana hablo con alguien y cambio todo lo que tenía pensado. Soy muy así, de sacar las cosas impulsivamente. Tengo ideas, después las cambio. Soy muy caótico. Y eso se alimenta por el hecho de no tener recursos, porque sí que tengo a alguien que me produce pero, luego, a la hora de hacer vídeos… Son muchas cosas en las que tengo que pensar.
Por ejemplo, ahora, tengo dos o tres canciones hechas que tengo que terminar pero siempre estoy trabajando. Tengo a gente que puede ayudarme pero no puedo pedir favores siempre. Voy al ritmo que me permite hacerlo yo solo.
La última idea que tengo hasta ahora es sacar tres o cuatro canciones de reguetón, como dije. En eso estoy trabajando ahora. Si todo sale bien, puedo hacer un vídeo… Ahora mismo si no tienes un vídeo al mes no estás en Internet, no estás en la ola, la gente no te ve. Entonces es un poco complicado.
A mí lo que me gusta es hacer música. Yo me levanto y quiero hacer música. Me encanta sacar vídeos pero no está dentro de mi ámbito y es algo a lo que me veo obligado. Me encantaría tener a alguien, por ejemplo, que me hiciera las portadas nada más… Y venga a sacar temas con portadas y paso de los vídeos. No quiero dejar mi música de lado para esperar a los vídeos. La mayoría de gente me recomienda: “Aguántate las canciones, sácalas con vídeo”. Eso hace que me las retrase y no saque nada y no es lo que quiero. Yo quiero seguir haciendo música, con más o menos repercusión.
Para ir finalizando, dices en una publicación de tu IG (la del concierto con Cafuné): “he dejado cosas de lado de las que me he arrepentido”. ¿Qué cosas?
Viene por lo que decía de lo caótico que soy. De lo desorganizado que soy, a veces. De la cosa que, a lo mejor, más me ha privado esto es de patinar, que era algo que antes hacía muchísimo. Le dedicaba, a lo mejor, cinco o seis horas fijas al día. Y ahora, a lo mejor, pasa un mes y no patino.
Ahora mismo estoy en una etapa en la que quiero reorganizarme completamente, tanto en la música (porque quiero hacer las cosas más profesionales), como de mis hábitos diarios. Cuando me despierto, hago música, pero estoy intentando ponerme mis horarios para no dedicarle tantas horas, sino las justas. Que todo sea más organizado para, así, no tener que dejar de ver a mi gente o de patinar.