La Musa vive hasta que quiere dejar de hacerlo, pero el artista no puede vivir sin Musa. El show de Las Hermanas del desorden crece en base a ese concepto. Ale Oseguera, Belén Berlín, Mad Pirvan, Laura Tomás y Víctor (El becario) estuvieron el pasado 25 de abril en el Teatro del Barrio, en Lavapiés, presentando su trabajo: La Musa Suicida.
El ciclo en el que se enmarca el show es el de El barrio es poesía, organizado por el Colectivo Masquepalabras. Un grupo sin ánimo de lucro que trabaja en la organización de proyectos artísticos para acercar la cultura a la gente.
El colectivo de Barcelona representa su disco-libro con una performance que esquiva el recital en su versión más sobria buscando dar sentido a una historia en base a la poesía, la música y el Cabaret. Lo primero que me vino a la cabeza fue la escena de El amor a los 20 años, cuando Antoine le ofrece a Collete ir a una lectura sobre música electrónica: ella tiene el poder, él no tiene nada.
El desorden llega a perder sus connotaciones negativas si escuchas La llorona. Porque todo pierde lo que sea que tenga con Chavela Vargas sonando. Ahí es cuando el Apocalipsis se vuelve decepcionante, no importan las cabezas cortadas de los amantes y solo buscas respirar para llenarte de puertos. Viendo viajar a la Musa solamente quieres que no pare, es la protagonista de la historia con la que empatizas y a la que le pides que no entre ahí, pero ya no porque vaya a matarla un villano de slasher, sino porque va a matarlo ella y la película todavía puede durar un rato más. Porque la Musa solo muere si ella quiere y como ella quiere. Estrellando el coche contra el hotel de carretera o viendo a la tierra tragarse los años.
Intentar etiquetar las cosas pierde mucho sentido cuando es tan fácil relativizar y cambiar de ideas. Por eso se puede desordenar la poesía con un bajo, una caja, un teclado, un MPD, un ukelele y un portátil. La Musa ya no baja a la tierra para regalarle su trabajo al artista, su papel de ghostwriter se ha desechado por completo. La Musa tal y como la conocíamos ha desaparecido, crea sobre sí misma y firma sus propios trabajos.
Escritor, periodista cultural y librero en la librería 80 Mundos. Codirector de todo esto. He colaborado en medios como eldiario.es o Le Miau Noir. Formo parte de la antología Árboles Frutales (Editorial Dieciséis, 2021) y Odio la playa (Cántico) es mi primer libro.