Cuando eres pequeño te dicen cosas como:
«eh, pide un deseo… ¡una estrella fugaz!»
Cuando eres mayor y cuentas con Internet
buscas su significado y te sorprendes al saber
que el concepto es erróneo.
Entonces piensas en todos los deseos
que has formulado.
Apenas entra luz en la habitación.
Hoy te has despertado temprano.
Te miro y te veo brillar.
Brillas y no desapareces.
No eres una estrella fugaz.
Átomo del 93. Escribo, me pierdo entre películas y voy leyendo en los trenes. Hijo olvidado de Alan Moore.