Montserrat Roig, bienvenida

Montserrat Roig, bienvenida

“per la supervivencia d’una llengua i d’una lliteratura”

Montserrat Roig

“un escritor oscuro de provincia, con dos o tres amigos desparramados por ahí”

Mariano Blatt

¿Existe la forma idónea de moverse? ¿Escribir es otra forma de moverse? ¿Qué significa moverse? Con la escritura de los dos anteriores textos (Edificios con nombres de desconocidos y La poesía es el río) he buscado la respuesta a qué pasa en ciertas ciudades y por qué la localía se convierte en un arma de doble filo si no sabes usarla. Jugar en casa con el público en contra es como jugar fuera de casa. En esos textos llegué hasta el Autor Local®* frente al de provincias para detenerme justo ahí.

Después de la lectura de Ramona, adiós, publicada por Consonni y traducida al castellano por Gemma Deza Guil, he llegado al punto exacto en el que (creo que) puedo decir algo. Roig fue una autora de provincias por muchos motivos y el primero fue llegar a todo el mundo escribiendo, principalmente, en catalán.

La teoría del poeta de provincias lo define como “el que no se mueve de un lugar, o lo hace  excepcionalmente, pero no por ello dejar de estar en la actualidad, de saber lo que sucede”. Roig estuvo siempre en el centro, aún escribiendo desde otro sitio y de otra forma, porque sabía lo que quería decir y cómo. Ramona, adiós es el ejemplo de saber recorrer una ciudad y sus estigmas mientras representas a todas las demás. Lo que hace con las tres Mundetas (abuela, madre e hija) uniéndolas como esas líneas que dibujábamos en el colegio formando trenzas en las hojas de cuadrículas milimetradas se extrapola a todas las demás historias que no escribe pero existen. Con el pulso firme, despacito, unadostres, la primera con la tercer y la segunda también con la tercera, la tercera con la tercera y así todo el rato.

“pensó en las mujeres de su familia y quiso imaginarlas en una vida distinta”

Las Mundetas son conscientes de lo que les sucede y de lo que no, cada una a su manera, narrando así la situación de las mujeres en su sociedad. A través de fechas clave en la historia Roig denuncia y enuncia. Su compromiso se demuestra en su narrativa. Además, maneja la construcción de las páginas con el lenguaje de las personas que hablan sin escribir, con la oralidad que caracteriza a las mejores escritoras (de antes y de ahora) de la literatura hispanoamericana. 

Roig escribe para que no se pierda la voz de la literatura catalana y de la mujer, para que el texto y el cuerpo sean importantes. Lo que les sucede a sus protagonistas le sucede a la sociedad. Como dice Luna Miguel en el prólogo, “tres vidas, de tres mujeres, y en ellas el reflejo de todas las vidas”. Sobrepasadas por las obligaciones, buscando salir de ellas y comprendiendo el mundo, a veces, a través de los demás, obligadas a llevar cien años sobre sus hombros. O como dice Isabel Clara-Simó: “ella sola representa una època […] sense la Roig i tota la memòria que ens ha anat deixant ho podrà trobar l’historiador, però no la gent de cada dia, la societat com sou vosaltres o com jo”.

La traducción (en este caso de Gemma Deza Guil) de sus obras al castellano es una consecuencia de ser un símbolo. Como también su trabajo periodístico y activista, presente en su escritura. Esa escritura que Marsé también llevó a cabo y con la que se puede trazar un mapa de la Barcelona que no hemos casi nadie de los vivos es todo un género (siempre que busco algo aparece Núvol). Me resulta un poco insoportable pensar que, si a Marsé se le rechazó en ciertos círculos por no escribir en catalán, se haya hecho lo mismo con Roig por sí hacerlo. Todo lo que encuentro de ella está disgregado. Leámosla en catalán, en castellano o como sea**.

A pesar de todo esto es un referente que ha permanecido por encima de la escritura aunque no se hable de ella como de Mercè Rodoreda, ambas tenían también esa idea de convertir la literatura en algo que hable de la historia. Porque incluso Mariano Blatt con su escritor oscuro de provincia habla de historia, ojalá pueda escribir algo sobre lo que hace Blatt.

Esta imagen tan nítida de la autora provinciana hace que se disipen muchas de las dudas que tenía acerca de las diferencias de esta con los autores locales. Si la primera no necesita viajar para estar, el segundo no está en ningún lado ni cuando está viajando. La pretensión de hablar a los de dentro de lo que hay ahí fuera convierte su discurso en eso, un discurso. El principal problema del Autor Local® es su idea de la escritura, en su necesidad de saber y decir, nunca de aprender o compartir. Querer hacer memoria o historia. En resumen,Autor Local, adiós, Montserrat Roig, bienvenida.

“-Mundeta.

-Qué nombre tan raro.

-Viene del campo, mi madre también se llama así, y mi abuela, y mi bisabuela”


*iba a juntar todas las frases del Autor Local que he escuchado a lo largo de este año pero da igual.
**lo cierto es que yo pienso leer el Els catalans als camps nazis original ahora que estoy obsesionado con Roig.

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