Voy a ser totalmente sincero: nunca he visto OT. Tampoco vi el entierro de Aretha Franklin o Amy Winehouse. Compro cómics mientras escucho a Yung Beef en Spotify. Me gustan los vinilos. Me gusta el reggaeton. Desayunando veo Los Serrano y voy en el metro leyendo a Bauman. Voy en chándal a las clases de periodismo. Disfruto de un libro en los bares cuando bajo a beber solo. Bebo 12 latas de cerveza Molen Bier y dos Voll-Damm de medio litro jugando al Fifa 16 con Adri. Me gusta David Lynch y David Simon. Me gusta David Silva e Icardi. Si fuera futbolista sería como Nainggolan. Si fuera escritor sería como Alan Moore.
Soy un quinqui para los nerds y un nerd para los quinquis. Los periodistas de mi máster no entendían el trap. Los raperos de mi barrio no entienden el periodismo. Perreo pero leo. Y leo más de lo que perreo. Bebo 12 latas de cerveza Molen Bier y dos Voll-Damm de medio litro con Adri mientras me intenta convencer para que vea algo de Truffaut y yo le atosigo con escenas de The Wire. Soy Nick. No Nick Carter, sólo Nick, de New Girl. Me pongo una camiseta Lacoste para salir de fiesta y el pijama para comer en el bar que está cerca de casa. En Sociología era el rapero y en el parque el sociólogo. Me sentía Nach. Soy Benzema en Malasaña y Xabi Alonso en Lavapiés.
Mi padre siempre me aconseja que no me tome las conversaciones de política demasiado en serio porque nadie sabe de lo que habla. Él -sabio y de izquierdas- defiende las bondades de adoptar una política económica neoliberal cuando habla con gente de izquierdas y remarca la importancia del control del Estado cuando habla con personas de derechas. Al final, termina uniendo a todo el mundo en su contra. Mahatma Gandhi. Después se levanta de la silla y pide otra ginebra con Bitter Kas.
Yo peco del mismo problema. El mundo de la cultura me ve como a un quinqui por la ropa o la música que escucho. Y a mi la mirada condescendiente y el desconocimiento de ciertos periodistas culturales me ofende. No me aburre -podría decirse que también-, me ofende. Hace pocos días, un grupo de musicólogos y periodistas musicales intentaron explicar por qué triunfa el reggaeton. Más de 20 años después, los adalides de la cultura, blancos y españoles todos ellos, han vuelto a descubrir América como ya lo hicieron nuestros antepasados hace más de 500 años: tarde y mal. Bebo 12 latas de cerveza Molen Bier y dos Voll-Damm de medio litro intentando entender los argumentos del vídeo.
Al final siempre termino borracho. Y en esas condiciones es muy difícil convencer a mis amigos de que el reggaeton y el trap se parecen lo mismo que Mark Wahlberg y Jorge Sanz. Después de interminables charlas citando a Adorno o a Tego Calderón terminan dándose la razón y una palmadita en la espalda para bajar el chupito de Anís mientras me dan el móvil para que ponga la nueva canción de Bad Bunny. Soy su playlist.
Si somos lo que los demás ven -como bien dice el Interaccionismo simbólico- mi persona hace tiempo que sufre de desdoblamiento de personalidad. Hace años que no encaja y que tiene una especie de monstruo persiguiéndole. Un Doppelgänger. Un Mr.Hyde que sigue al Doctor Jeckyl por los tejados de Londres en La Liga de los hombres extraordinarios. Y así estoy, que arrastro una crisis de identidad que no se muy bien dónde encajo. Creo que se puede disfrutar de la cultura -y de cualquier otra cosa- sin fliparse. Mi único problema siempre ha sido que me equivoqué de dorsal.
Ser natural y disfrutar del ahora sin perder el tiempo mirando el ayer. Porque solo nos fijamos en el presente cuando ya es pasado. Adorando viejos ídolos, incapaces de creas nuestros propios mitos. Al final termino bebiendo 12 latas de cerveza Molen Bier y dos Voll-Damm de medio litro con Adri y amanezco tarde y con resaca. Lindsay Lohan.
Sociólogo retirado y periodista amateur. Escribo de música porque es lo que ahora mismo me llama la atención, el día que deje de hacerlo me verás escribiendo sobre otras mil cosas: cómics, cine, literatura… lo que sea. He estado en mil y un proyectos pero nunca como en casa.
Madre mía, gracias por esto