Sexo para dummies

(Esto da vergüenza) (Y lo escribo así porque da vergüenza) (Y no quiero que me escuchen quienes me enseñaron otras cosas) (Pero bueno) (Suelo llegar tarde) (Conozco el peso de los relojes mucho mejor que las personas que intentan enseñármelo) (Y a veces me quedo en la cama mordiéndome los labios y juego a hacerme sentir que le debo cosas al tiempo) (Siempre siento que le debo cosas al tiempo) (Una vez, una de mis amigas me dio un ejemplar de “Sexo para dummies” y se fue riéndose) (Yo también me reí y pensé oh, soy virgen) (Y hay gente que lo sabe) (No estoy escondida en mi habitación ni estoy en la ducha ni tengo el móvil en silencio por si me llaman) (Eso pensé) (Y no me extrañó: si llegas tarde una vez, puedes llegar tarde siempre) (Porque llegar tarde es un carácter y una forma de sentarse) (Alguien que siempre lleva un libro en el bolso y que tiene grietas en el interior del labio porque nervios, nervios) (Nervios) (Yo soy llegar tarde) (Y soy llegar tarde al sexo) (Y deber cosas, aguantar una tormenta cuando no puedes participar en una conversación, dar explicaciones) (Temblar en los brazos de alguien y no querer pedirle que pare) (Gente que dice ¿sabes por qué tienes tanta ansiedad?) (Y no tener ganas pero sí un deseo que pincha, que agota, que parece fiebre) (En fin, lo del libro) (Me reí porque no quería que nadie me tocara, me quedaba blanca y sentía el contacto como una barra de metal que pesaba muchísimo) (Los demás pesaban muchísimo) (Pero hervía) (Era una de esas ollas enormes en las que las brujas cocinan a niños y a niñas que fisgonean) (Me sentía desbordada y quería lamer las paredes y los charcos) (Y pensaba cosas) (Y hablaba de cosas) (Y esperaba cosas) (Yo era liviana) (Y también pesaba muchísimo) (Recuerdo jugar al yo nunca y esconderme un poco porque no soportaba la idea de que alguien me descubriera) (Esto da vergüenza) (Y voces diciéndome vive, es el momento, tienes que experimentar) (El mundo se dividía entre personas que lo hacían y yo) (Prefería mi cuarto y mis libros y mi cabeza por dentro) (Y me sentía seca) (Y le debía cosas al tiempo) (Llegué a pensar que escribía mejor siendo así porque estaba frustrada) (Yo no estaba frustrada) (Cuando llegas tarde es porque sabes que no quieres ir pero no quieres decírtelo) (Y te pones a hacer mil cosas por el camino y juegas con todo aquello que te encuentras) (Pero bueno) (Tienes veinte y eres virgen) (Y después lo haces por primera vez, cuando ya no esperas nada) (Cuando ya le has dicho a todo el mundo: PUES ME DA IGUAL) (Y ves la sangre en el papel higiénico y te muerdes los labios) (Quieres celebrarlo) (Quieres hacerle una foto) (Pero no) (No) (Si todas esas voces no te hubieran llamado frígida, sosa, seca, casta, fracasada, inútil, no querrías) (Y te darías cuenta de que lo que pensabas que sería diferente es muy parecido y de que los fuegos artificiales no son por eso) (Y de que mirar la sangre no es por eso) (Y llamarías a tu amiga mientras andas por una calle oscura y te acercas a casa y sientes que nunca has llorado con tanta falta de razón) (Y no le dirías lo hice) (Le dirías me siento viva) (Y no le debo nada al tiempo) (Y he encontrado belleza) (Pero esto es un secreto) (Porque tenemos un valor y el mío es llegar tarde) (Y quiero contarles que elegí) (Y que me hice caso) (Y que la vida no es un sitio ni una cita ni un trámite ineludible, sino cosas que pasan y que tú decides) (Casi todas las cosas que quieren de ti no significan nada por sí mismas) (Y vivir eres tú) (Y ya está)

Aida González Rossi

Tengo un título que dice que soy periodista. Yo creo que soy tres canciones de Joy Division que suenan a la vez y se solapan. Me gustan los libros, me gusta Internet y me gusta la radio. Escribo poemas, a veces. Feminista.